Si quieres saber cuándo se plantan los tomates y qué cuidados necesitan, déjanos decirte que has llegado al lugar más indicado. Aquí en Helios nuestros profesionales conocen a la perfección todos los secretos de esta materia prima. Un alimento que, por otro lado y como bien sabes también, forma una parte muy importante de nuestro catálogo. De hecho, podríamos llegar a decir, sin temor a equivocarnos, que Helios no sería lo mismo que es hoy en día sin el tomate.

No seríamos lo que somos si no tuviéramos los mejores tomates, deberíamos quizá decir. Esos que las tierras de nuestro país nos proporcionan generosamente. Los que a través de las manos experimentadas de nuestros agricultores y trabajadores en el campo forman parte de los productos Helios en los que confías desde hace generaciones. Porque este tomate es el que ha habido siempre en las casas, en cada guiso familiar hecho, además de con la mejor materia prima, con todo el cariño del mundo. Ahí está la clave de que nunca falte Helios en tu casa.

Los tomates que llegan con Helios hasta tu mesa nacen en los campos de Extremadura y Andalucía. Allí tienen todo lo que necesitan, incluyendo ese saber hacer de nuestros agricultores, para desarrollarse con toda la calidad y el sabor. Ese sabor al que nosotros le llamamos “origen”. Y es que en ese punto de origen, debidamente conectado con todos los consumidores, es donde comienza todo para los tomates que conforman el catálogo de Helios.

Entonces, ¿cuándo se plantan los tomates?

El tomate necesita algunos cuidados para crecer fuerte y sano. Uno de ellos tiene que ver con el momento idóneo para sembrarlos. Este, en el hemisferio norte (en el que se encuentra nuestro país), suele coincidir con los meses de la estación de primavera. El mejor tiempo para sembrar tomates es, pues, durante los meses de marzo, abril y mayo. Por el contrario, si estuviéramos en el hemisferio sur, lo más conveniente sería plantarlos a partir del mes de octubre.

Y esto es así precisamente porque el tomate es un fruto que necesita mucho de la luz del sol. Esta será básica para su crecimiento, así como una temperatura que ronde entre los 20 y los 35 grados centígrados. Y sobre todo porque para el tomate es esencial tener un buen número de horas con luminosidad natural cada día. El tomate debe ser regado en abundancia por las mañanas y también es aconsejable podar sus brotes laterales. Con los cuidados exactos, el tomate estará listo para la recolección dependiendo de si es de variedad temprana o más tardía, entre los cuatro y los nueve meses después de su siembra.

Esos tomates son los que nutren y dan sentido a una enorme variedad de productos donde este alimento es el protagonista. Nuestros tomates naturales triturados, tomates fritos y salsas, tomate para untar o incluso la gama de recetas tradicionales de Don Gaspar así lo prueban. Y es que sin esta maravillosa materia prima no seríamos lo que somos ni podríamos estar tan orgullosos como lo estamos de nuestra dieta mediterránea.