Si estamos en otoño, eso significa, entre otras muchas cosas, que vuelven las meriendas. Y es que en Helios nos gusta esta época del año por varios motivos. Una vez superada la nostalgia del verano que se ha terminado, esta estación pasa a ser la de los nuevos retos y objetivos que trae consigo la recién estrenada temporada. Tanto para los más pequeños como para los mayores de la casa, el inicio del nuevo curso empieza con ganas. Pero también con necesidad de energía, y es aquí donde entran en escena las meriendas.
Hay pocas palabras que sean capaces de decir tanto con solo nombrarlas. Es decir “merienda” y, enseguida, la memoria se dispara hacia algunos de los momentos más felices de nuestra infancia. Afloran los recuerdos de tantas tardes que hemos pasado, tanto haciendo los deberes como jugando, en cualquier época del año, acompañados de un buen bocado preparado con cariño. Por eso, por todo lo bueno que significan, en Helios queremos que las meriendas sigan siendo importantes tanto para ti como para las nuevas generaciones.
Las meriendas son ese momento mágico en el que la rutina y el ritmo rápido de la vida moderna se detienen. Un instante en el que reponer fuerzas y que representa un oasis de calma que a veces podemos incluso compartir con quien más queremos. Minutos sostenidos en el tiempo en los que cobran protagonismo nuestras mermeladas y confituras elaboradas con la mejor fruta natural seleccionada a mano. Sabores que, en sus distintas variantes extra, 0% sin azúcares añadidos, ecológicas, Frutapunto o Purafruta para untar, son también sinónimo de meriendas con historia, presente y futuro.
En tus meriendas de otoño no puede faltar Helios
Con rebanadas de tu pan favorito tostado, untadas en galletas o bizcochos, combinadas con croissants o con un poco de queso o yogures, nuestras mermeladas y confituras van bien con todo. A la hora de la merienda tienen un sabor especial. Uno que tiene que ver con algo que va más allá de la materia prima de primera que seleccionamos, pieza a pieza y a mano, y de nuestro proceso de elaboración con el mayor de los cuidados. Algo que, como en el caso de nuestro dulce de membrillo o la miel de mil flores Helios, está relacionado con el aroma de una tradición que se transmite de padres a hijos.
Las posibilidades a la hora de la merienda con Helios se multiplican. Porque además de las citadas mermeladas, confituras, membrillo o miel, nuestros encurtidos pueden suponer un buen tentempié si preferimos un “break” algo más salado que dulce. Y si hablamos de una merienda ligera y nutritiva, hay que hablar de uno de nuestros bocado favoritos. En efecto, las conservas de fruta Helios son ideales para ese momento. Melocotón, fresas, mandarina, piña o peras tanto en almíbar como en zumo de uva y también con opciones 0% sin azúcares añadidos.
Y siempre tiene que haber espacio para las meriendas más especiales. Esas en las que celebremos algo o en las que, simplemente, nos apetezca darnos un capricho. Seguro que es más que merecido. Para todos esos momentos de felicidad están pensados nuestros siropes. Chocolate, caramelo, fresa y frutas del bosque para darle ese toque especial, por ejemplo, a una merienda tan apetecible como las tortitas. Ah, y no te olvides de nuestra crema de cacao y dulce de leche. Este otoño, sácale partido a tus meriendas con Helios.