Diez falsos mitos de la alimentación

La clave de una alimentación equilibrada es una dieta completa que aporte todos los alimentos precisos para cubrir nuestras necesidades, mantener la salud y prevenir la aparición de enfermedades. Al margen de esto, te contamos 10 mitos y errores que debemos evitar a toda costa. ¡No te dejes engañar!

– Saltarse comidas adelgaza. Por lógica, si nos saltamos una comida, llegaremos a la siguiente con más hambre, por lo que probablemente conseguiremos el efecto contrario.

– El queso es muy graso. Hay muchos tipos de queso, de más a menos graso. Los últimos, como el queso fresco o la ricota, además tienen un importante aporte de proteínas.

– La salsa de mostaza no es saludable. Asociada a la comida rápida, la salsa de mostaza y en especial la de Dijon, contiene pocos azúcares y es menos nociva que otros alimentos como la mayonesa light.

– ¿La leche es solo para los niños? La leche es uno de los alimentos más completos que tenemos a nuestro alcance, con alto valor nutritivo, un sinfín de posibilidades culinarias y apta para todas las edades.

– El pan. No hagas caso a lo que dicen sobre el pan, ¡tiene muchos beneficios! Es recomendable su consumo por las mañanas, tiene hidratos de carbono de absorción lenta que quemas de forma natural durante el día, proteínas vegetales y no tiene grasa.

– La fruta, ¿después de comer? La fruta tiene siempre las mismas calorías y da igual el orden en el que la comas. Pero sí es cierto que por su alto contenido en fibra provoca una sensación de saciedad que la hace idónea para comer entre horas o en dietas.

– Alimentos light o cero calorías. Aunque se les haya reducido o eliminado alguno de sus elementos calóricos, esto tampoco significa que vayan a adelgazar.

– La zanahoria: Dicen de ella que mejora la vista, pero esto es una característica de la Vitamina A y del retinol, también presente en las verduras de hoja y en ciertas frutas.

– La sal. La sal es un mineral que no tiene calorías. Ahora bien, puede producir retención de líquidos en personas con problemas de circulación. Pero en sí, la sal no engorda.

– Mezclar hidratos de carbono con proteínas. En eso se fundamentan, sin ninguna base científica, las dietas disociadas. Sin embargo, todos los alimentos aportan en mayor o menor medida, hidratos y proteínas, por lo que no tiene ningún sentido.

En definitiva, la clave no está en prohibir el consumo de según qué alimentos, sino en incluir todos los grupos de la pirámide nutricional tomando las cantidades recomendadas con el fin de mantener una buena salud.

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