¡Cuánto nos facilita la vida congelar determinados alimentos! Poder hacerlo nos permite tener perejil fresco en cualquier momento, solucionarte el menú de una semana y poder improvisar siempre con poco de verdura, pescado o carne sin tener que ir corriendo a  comprar (si quieres saber cómo descongelarlos rápidamente, mira este artículo). Por eso, hoy os contamos qué alimentos no se pueden congelar porque con este proceso se altera su sabor y textura.

–  Ensaladas de lechuga y tomate, porque las hojas se marchitarán, cuando se descongele el aspecto será aguado y mustio y perderán todo su sabor.

– Alimentos fritos con pan rallado, porque su crujiente textura desaparecerá al congelarlos y se convertirá en una capa de pan blando y mojado algo desagradable. Pero puedes congelarlos empanados sin freir, y al descongelar volver a pasar por pan rallado.

– Patatas, porque tienen un alto contenido en agua que cristaliza cuando las congelas, y al descongelarlas queda un textura seca y poco agradable. Si aun así quieres hacerlo, te recomendamos que las cocines antes.

– La mayonesa y los platos preparados con ella, porque por su composición a base de huevo y aceite, al descongelarse se quedará solidificada y perderá todo su sabor y textura.

– Huevos crudos, porque en el proceso de congelación tienden a aumentar su masa y pueden explotar, que además de poner el congelador perdido, hará que sean inutilizables.

– Postres, el problema de congelar pasteles y postres es que, durante su descongelado, tienden a agrietarse, perder textura y consistencia, y todo su sabor. Lo mejor de los postres es comerlos recientes hasta no dejar rastro.

– Derivados lácteos. El yogur y la leche conviene no congelarlos ya que se pueden formar grumos en el proceso de descongelación y se cortarán, cosa que no es muy agradable al gusto. Si aun así deseas congelar, por ejemplo, leche, procura descongelarla en el frigorífico y por varias horas.

¿Qué más alimentos desaconsejáis congelar por vuestra experiencia? ¡Somos todo oídos!