Apaga las pantallas y a jugar

La televisión, los videojuegos e internet pueden ser excelentes recursos educativos, pero sólo si se utilizan con buen criterio y moderación. Los últimos estudios indican que nuestros hijos tienen acceso a una media de 5 pantallas en el hogar, sumando televisiones, ordenadores, smartphones y tabletas, y el tiempo que pasan frente a ellas oscila entre las 3 y las 6 horas diarias. Para evitar problemas de obesidad, atención o de sueño, es saludable apartar la vista de estos dispositivos y dedicar el tiempo a otras actividades. Os proponemos unas ideas para para alejarnos de las pantallas y no echarlas de menos:

  • Con las manos en la masa. ¿Qué mejores pinches de cocina que nuestros hijos? Con unas precauciones básicas (¡cuidado con el calor y los cuchillos!), preparar la merienda o la cena en familia servirá para que, además de pasar un buen rato, los pequeños se familiaricen con la cocina y la importancia de una dieta sana y equilibrada.
  • Corta, pinta y colorea. Las manualidades estimulan la creatividad, la atención y la psicomotricidad de los niños y a ellos les encanta fabricar cosas útiles con sus manitas. Tarjetas de felicitación, elementos decorativos o juguetes de cartón son algunas ideas para comenzar.
  • ¡De acampada! Dos sillas, una cuerda, una sábana, unos cuantos sillones y una buena dosis de imaginación son suficientes para convertir cualquier estancia en un campamento de verano.
  • Recuperar los juegos de siempre. Los juegos tradicionales son un legado para transmitir, ¡y nos traen tantos buenos recuerdos! En casa podemos jugar, por ejemplo, al escondite, a las tinieblas, a la gallinita ciega o a las chapas.
  • ¡Da la nota! ¿A quién no le gusta cantar sus canciones preferidas una y otra vez? Además, está demostrado que cantar es una vía magnífica para expresar sentimientos y emociones y aumenta la autoestima de los niños. Si no tenéis un karaoke doméstico, siempre se puede improvisar uno con un ordenador conectado a internet.

Además de desarrollar las habilidades físicas, intelectuales y emocionales de nuestros pequeños, compartir el tiempo en actividades como estas fortalece los lazos afectivos entre padres e hijos y entre hermanos. ¡Todo ventajas!

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