Con razón dicen que ser padres es el trabajo más difícil que existe, ya que hay muchas responsabilidades en juego: Educar a nuestros hijos y hacer que crezcan en un ambiente sano, respetuoso y feliz. El problema es que nadie nos ha enseñado a hacerlo y hay muchos momentos en los que las dudas, la incertidumbre del ¿lo estaré haciendo bien? y el estrés juegan un papel importante.

Por ello, quizá estos consejos te sirvan para priorizar las cosas importantes y ayudarles a desarrollarse, al menos en los primeros años de vida, ¡esperamos que os ayuden!

– Cariño y apoyo: Es muy importante que vean en nosotros la figura de la seguridad, de personas que les van a acompañar incondicionalmente para darles todo el cariño y apoyo que van a necesitar a lo largo de su vida.

– Rutinas: Aunque no lo creas, establecer una serie de rutinas en los primeros años de vida es muy importante para su estabilidad física y emocional. Los juegos, las comidas, la hora del baño o de ir a dormir puede influirles en su sentido de la responsabilidad cuando sean adultos.

– Pasar tiempo con ellos y darles atención y respuesta: Jugar con ellos, escucharles, hablarles, motivarles… Es muy importante para su desarrollo cognitivo. No hay nada mejor que un niño con interés en las cosas de su entorno.

– Educarlos sin miedo al castigo: Una cosa es explicarles las reglas que deben cumplirse  y ser estrictos con ellas, y otra es educarles en el castigo psicológico y en el miedo porque puede volverse en tu contra

– Elogia sus conductas positivas: No te conformes con decirles solo lo que hacen mal, sino también todo lo que hacen bien para favorecer su autoestima, control y autonomía personal.

– Déjales expresarse y preguntar: Los niños tienen esa virtud de dejar con la cara roja a sus padres en muchas ocasiones, pero tómate las cosas con la mayor naturalidad posible, siempre dentro de unos límites.

En definitiva, sed pacientes, cariñosos y positivos. No hay un manual de buenos padres, pero estamos seguros de que siempre haréis lo mejor por vuestros hijos, ¡mucha suerte en la apasionante y dura tarea de la educación!