Beneficios de ducharse con agua fría

El periodo de adaptación de las personas a una nueva situación es de 60 días. 60 días en los que si tienes fuerza de voluntad para repetir una pauta, se convierte en hábito. Dicen los expertos que es el tiempo necesario para dejar de ver algo como un sacrificio y se convierta en parte de tu rutina.

Ducharse con agua fría forma parte de esos sacrificios que, si conviertes en hábito, tiene múltiples beneficios físicos y mentales para tu organismo. ¿Quieres descubrirlos? ¡Te los contamos!

– Activa la circulación de las piernas y es perfecta tras una jornada de caminar, o para aquellas personas que trabajen muchas horas de pie. El agua fría hace que tu corazón se lata más deprisa estimulando la circulación de todo el cuerpo.

– El shock térmico y la adrenalina hacen que liberemos componentes químicos en el cerebro que ayudan a mejorar el humor, a reducir el estrés y la ansiedad y que son beneficiosos en los procesos depresivos.

– Por las mañanas activa el metabolismo y nos ayuda a despertar y estar más activos desde primera hora, ¡a tope de energía!

– Al cabo del tiempo, fortalece tu sistema inmunitario. Resistirás mejor los constipados y las gripes.

– Si hace calor, conseguirás un efecto relax y refrescante.

– El agua fría estimula las toxinas y hace que se eliminen fuera de la piel, por lo que ayuda a desintoxicar tu cuerpo de agentes nocivos.

– El agua caliente abre los poros de tu piel y el agua fría los cierra, por lo que al estar cerrados, tu piel y tu pelo estarán más luminosos.

– La sensación de bienestar y relax tras el shock producido por el agua fría, ayuda a mejorar la calidad del sueño.

Y a ti, ¿te asusta pensar en una ducha de agua fría?

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