Cómo hacer del membrillo una merienda favorita en casa

Te ilustraremos a continuación acerca de cómo hacer que el membrillo se convierta en uno de los alimentos fijos en casa a la hora de pensar en la merienda. Verás que su sabor les gustará especialmente a los más pequeños. Pero también le resultará familiar a todos, incluidos los más mayores. Ellos volverán a experimentar un gusto que les llevará a los días en que eran más jóvenes y todo estaba por llegar. Al fin y al cabo, el membrillo es uno de esos frutos que nunca pasan de moda por más que transcurran el tiempo.

Respondamos antes a una pregunta que quizá alguien se esté haciendo. ¿Qué es exactamente el membrillo? Pues por membrillo entendemos, en la cocina, el fruto que tiene su origen en una planta que pertenece a la familia de las rosáceas. Para encontrar su punto de partida, tenemos que irnos hasta la parte sur y occidental de Asia, en las tierras que hoy forman parte de los países de Irán y de Turquía. Si hablamos de su temporada perfecta, está en la época más fría del año, entre los meses de septiembre y febrero.

Tomar membrillo lleva siendo durante mucho tiempo algo bastante habitual en determinados puntos del planeta. Lo es, por supuesto en nuestro país, donde es muy popular en toda la península y también en las Islas Canarias. Pero también en nuestros vecinos del mar Mediterráneo desde Francia hasta Grecia. Y al otro lado del océano Atlántico está muy presente en la gastronomía de países como Argentina, Colombia, Costa Rica o Venezuela.

Cómo convertir al membrillo en uno de los fijos de las tardes familiares

El fruto del membrillo se caracteriza por tener un color amarillo y una pulpa que a su vez es dura y con un intenso aroma. Rara vez se come crudo, y esto es debido a lo agrio que es su sabor al natural. Por ello solemos tomar el membrillo en una forma de compota que conocemos como dulce de membrillo. La manera de obtenerlo es cortar la fruta en trozos que después se cocerán. Entonces, formarán una pasta que a su vez se mezcla con azúcar. Una vez bien mezclados y dejado enfriar convenientemente, el resultado tendrá una forma casi sólida y con un sabor inigualable: el dulce de membrillo.

Con Helios es más fácil y cómodo que nunca disfrutar de este manjar en familia. Solo tienes que hacerte con alguno de nuestros dulces de membrillo de cultivo local en sus diferentes formatos, ya sea en lingotes, en packs individuales, ecológico o diet sin azúcares añadidos. Verás cómo los más pequeños de la casa van descubriendo un sabor que quizá no conocían hasta ahora, una textura nueva y sobre todo una forma de merendar -y también desayunar- mucho más artesanal y cercana a la naturaleza que nunca.

Pero además el dulce de membrillo de Helios es una magnífica ocasión para que, por ejemplo, los abuelos rememoren los sabores de siempre. Esos de toda la vida con los que crecieron y que siguen siendo deliciosos, también, combinados con repostería como tartas o en bizcochos, galletas y canapés con frutos secos. Y es que con el dulce de membrillo de Helios, tradición y creatividad van de la mano en familia.

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