La pasta y las diferentes salsas que usamos para darle ese toque que las hace únicas: ¿hay algo que nos transporte más inmediatamente hasta Italia? Y es que a veces la comida puede ser una forma de viajar sin ni siquiera movernos de casa ni rascarnos el bolsillo. De una forma divertida y que además se puede hacer compartiendo tiempo en familia, podemos cocinar unos estupendos platos que harán las delicias de todos. Y que también nos sirven para conocer un poquito más uno de esos países con personalidad propia. Hablamos de nuestros vecinos mediterráneos italianos y su plato por excelencia.
De Italia rápidamente nos llama la atención, desde que somos niños, su forma de bota. Y es que es algo que le va como anillo al dedo, pues el amor que hay en el país por el fútbol es tan incontestable como esa forma de puntapié a un balón que tiene su silueta. En pleno Mediterráneo, tiene fronteras con Francia, Suiza, Eslovenia y Austria, su capital es Roma y completan su territorio continental las islas de Cerdeña y Sicilia. Sus playas son tan conocidas internacionalmente como sus bellos paisajes marcados por las imponentes montañas de los Alpes en el norte. Su industria de la moda o del cine son también sinónimo de elegancia y calidad.
Se trata de un país relativamente nuevo. Lo que hoy entendemos por Italia solo se formó como tal en el año 1861. Hasta entonces, era un conglomerado de distintas regiones que a día de hoy siguen manteniendo un carácter único que a su vez se nota en la gastronomía, una de las más exportadas y populares del planeta.
Para preparar la pasta más italiana, salsas Helios
Así, vámonos a Italia para hablar de su gastronomía. Y aquí la estrella es la pasta. Se calculan que hay decenas y decenas de tipos de pasta. Está la fresca, la seca, la de huevo, la corta, la larga o la rellena. Desde los clásicos macarrones o espaguetis a los fusilli o los ravioli, por no mencionar la lasaña o los canelones, hay muchas para elegir. Y también distintos tipos de acompañamientos, que pueden incluir ingredientes originales, como grelos o sardinas. Pero sobre todo, lo que hay son multitud de variedades de salsas.
En cada región de Italia suele haber una forma de hacer la pasta más apegada al lugar, más tradicional. Muchas han dado la vuelta al mundo. Seguro que has probado alguna vez, o te suenan, la carbonara, la amatriciana, la de pesto, la arrabbiata o la puttanesca. Muchos de estos condimentos podrás hacerlos en tu propia casa con nuestros tomates fritos. Pero además te ponemos más fácil que nunca dominar como nadie dos de las salsa italianas más populares.
Con las salsas boloñesa y napolitana de Helios listas para tu pasta todo saldrá a pedir de boca. La primera es la tradicional salsa de tomate con ragú o carne picada de vaca propia de la zona de Bolonia, en la región de Emilia-Romaña. Todo un placer para los sentidos. La napolitana, por su parte, incorpora hortalizas como el pimiento, la cebolla y la zanahoria. Ambas están hechas con los mejores tomates de los campos de Andalucía y Extremadura escogidos por las manos de nuestros profesionales listos para llegar a tu mesa.