Perritos calientes o hot dog: el nombre no importa si es con Helios

Podemos llamar de dos formas distintas: perritos calientes o hot dog. Pero, si hay una cosa clara, es que lo que ocurre enseguida que pronunciamos esas palabras, es que todos entendemos qué significa. Y se nos hace la boca agua. Porque alimentos socorridos y que le gusten a una gran cantidad de personas hay muchos, pero pocos como el seductor y fotogénico perrito caliente. O hot dog, si atendemos al nombre que recibió de manera originaria. La receta de su éxito parece sencilla, pero vamos a sumergirnos en su apetitoso mundo.

En efecto, existen pocos bocados en este mundo que tengan esa aparente simplicidad. No se necesita más que una salchicha y un poco de pan para subir al séptimo cielo. Pero, ¿cuándo y dónde nació el perrito caliente? ¿A quién se le ocurrió una idea que estaba destinada a conquistar el mundo? ¿Y cómo se produjo su éxito internacional? Pues acompáñanos a saber, a continuación, un poco más sobre la historia del hot dog.

Realmente, el origen de los perritos calientes está en el país más conocido por su amor a las salchichas. En efecto, hablamos de Alemania. Cuando muchos alemanes emigraron a los Estados Unidos de América importaron allí la costumbre de tomar una salchicha hervida en agua entre dos panes, un poco, podríamos decir, a la manera de un bocadillo. De hecho, para comprender la popularidad del hot dog, como se comenzó a llamar, hay que hablar de dos alemanes con nombre propio: Anton Ludwig Feuchtwanger y Charles Feltman. Veamos por qué.

Tus perritos calientes o hot dog, mejor con el toque Helios

Del primero de ellos se dice que fue quien comenzó a vender así las salchichas, entre pan y pan, para que los clientes no se manchasen ni se quemasen las manos. Sin embargo, el origen más extendido tiene que ver con el segundo, con el señor Feltman. Carnicero alemán, hizo famosos sus bocadillos de salchicha en el puesto que tenía en Coney Island, una de las zonas de playa recreativas de la ciudad de Nueva York, en la década de los sesenta del siglo XIX.

Se dice que fue uno de sus empleados, Nathan Handwerker, quien, ya con su propio local, puso en marcha la costumbre del perrito caliente en cualquier lugar. Por eso está ligado a la ciudad de Nueva York, donde se puede encontrar en cualquier rincón y comer uno allí se ha convertido en una atracción turística más. Pero el perrito caliente o hot dog hace tiempo que conquistó el mundo. Pocos alimentos han aparecido más en la pantalla en cine o series de televisión. Ah, y conviene no olvidar que en algunos países de habla hispana, como Argentina, se les conoce como “panchos”.

A nadie se le escapa que los ingredientes básicos de un perrito caliente pueden parecer demasiado sencillos. Pero no es del todo así. Al pan fresco y una buena salchicha se le pueden agregar complementos como el queso fundido, cebolla, col o pepinillos. ¡Incluso hay gente que le añade patatas fritas dentro del mismo! Pero sin duda lo que hará que tu perrito caliente, o hot dog, pase a ser una obra maestra son las salsas. Especialmente, el Ketchup y la Mayonesa, que en Helios te esperan con los mejores ingredientes naturales seleccionados uno a uno.

Ahora, ¡a por esos perritos calientes caseros!

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