¿Acaso hay alguien que pueda resistirse al encanto de las tapas españolas? Es posible que estemos hablando de nuestra mayor marca personal de cara al mundo en términos de cocina. Y eso ya es mucho decir, porque la gastronomía de nuestro país es una de las más amadas a nivel global. Vayas donde vayas, la cocina española triunfa, y existen algunas buenas razones para ello. Una es sin duda la calidad de la materia prima que tenemos la suerte de que nos brinda nuestra tierra. Campos como aquellos en los que crecen las frutas y vegetales naturales que conforman los productos del catálogo de Helios.

Pero además nuestras dotes culinarias destacan con los platos tradicionales. Algunos tan clásicos como la tortilla de patatas, la paella valenciana, el cocido madrileño, el gazpacho o el salmorejo andaluces, el pulpo a la gallega, la fabada asturiana o las lentejas a la riojana. En la diversidad de nuestras tierras, y en las recetas clásicas que han pasado de generación en generación, está uno de los secretos de la gastronomía de nuestro país.

Además de esos platos más elaborados, existe un nombre propio si hablamos de cocina típica española. Hablamos, claro está, de las tapas. Son mundialmente conocidas tanto por su sabor, como por su variedad, así como por el juego que dan al poder ser compartidas entre varias personas. Y es que las tapas, con esa última característica, nos están dando un ejemplo de cómo es nuestro carácter. Nos gusta estar juntos, con nuestros seres queridos, ya sean familia o amigos, y compartir tiempo y una cómplice conversación en torno a una buena mesa.

Helios no puede faltar en el mundo de las tapas españolas

Por supuesto, como ocurre con toda tradición, las tapas tienen una historia. Un origen, además, con varias versiones. La más extendida nos remonta hasta el siglo XIII. Fue por entonces cuando el rey Alfonso X el Sabio acompañaba su vaso de vino con un poco de comida para evitar los efectos del alcohol. Según cuenta la leyenda, fue petición del monarca que el vino se empezase a servir así en los establecimientos. Otra de estas versiones nos cuenta que, también por aquella época, se popularizó la costumbre de cubrir el vaso algún alimento, como por ejemplo una loncha de jamón, para salvaguardar del polvo su contenido.

Hay infinidad de tipos de tapas. Las más básicas pueden constar de un pequeño plato con frutos secos, como pistachos, almendras o cacahuetes, o también aceitunas o patatas fritas. Según sube su nivel, nos encontramos nuestros tradicionales embutidos, charcutería y quesos, un mundo en el que la gastronomía española no tiene rival. Posteriormente, podemos degustar bocados más elaborados, como las patatas bravas, la tortilla de patatas, croquetas, empanadillas o pescados como boquerones, calamares o boquerones. Y no podemos olvidarnos de los guisos de clásicos como la paella servidos en pequeñas porciones.

Pero lo mejor de todo es que Helios te acompaña también en el asombroso mundo de las tapas españolas. Con nuestros productos, vas a poder crear algunas de tus mejores tapas. Nuestro surtido de encurtidos, la tortilla de patatas con nuestro preparado Torti-Ya, ensaladilla rusa con nuestros vegetales y nuestra mayonesa, o nuestra línea de mermeladas y confituras, perfecta para maridar con cualquier tipo de alimento, harán tu vida más fácil. Y más natural y apetitosa. Como siempre, con Helios.