Crema de cacao y avellanas: un favorito de grandes y pequeños

La crema de cacao y avellanas es uno de esos placeres que a veces insistimos en que gustan más a niños que a mayores. Pero lo cierto es que hablamos de un manjar que no entiende de edades. Sí, hablamos de una de las formas más populares de comer ese indiscutible protagonista de meriendas, tentempiés y desayunos que es el chocolate.

América es la vía por la que nos llegó el cacao al viejo continente europeo. Concretamente, de Mesoamérica, que es el territorio que va desde México hasta Costa Rica. Primero llegó a España y de ahí se extendió su uso por toda Europa. Para el siglo XVII, en lo que hoy es Italia, Inglaterra, Alemania o Francia ya se conocía el cacao y se tomaba principalmente en forma de bebida. Posteriormente, mezclado ya con azúcar, llegaron las tabletas, el cacao en polvo y la invención de los bombones. También, el archiconocido chocolate con leche.

La crema de cacao se obtiene principalmente a través de la unión de este con leche y azúcar. Qué duda cabe que en conjunción con las avellanas es una de las comidas más irresistibles que hay. Lo es desde un momento de la historia más reciente, pues fue a partir de la segunda mitad del siglo pasado cuando se popularizó. La manera más habitual de comer crema de cacao con avellanas es con algún tipo de pan, pero ¡ahí no acaban sus posibilidades!

Crema de cacao y avellanas para toda la familia

Podrás disfrutar de la crema de cacao y avellanas de Helios en familia de varias maneras. Como ya hemos dicho, una de las formas más usuales es untarla en rebanadas de pan en sus varias modalidades, ya sea de barra, de molde, integral o tostado. No es la única. Este puede ser un ingrediente que no puede faltar en tu cocina a la hora de sumergirnos en ese arte culinario de tanto mérito que es la repostería.

Será muy divertido juntarnos con los más pequeños de la casa para que ayuden a elaborar, por ejemplo, un bizcocho con relleno de crema de cacao con avellanas. O una tarta con base de galleta, en la que su textura crujiente haga juego con la cremosidad del cacao. Podemos elaborar también brownies de bizcocho con nueces o utilizar la crema de cacao para rellenar hojaldres con diversas formas, así como galletas o trenzas de chocolate. Todas son fantásticas maneras de disfrutar comiendo en familia, y no solo eso.

También es una buena forma de hacer partícipes a los niños de sus primeras tareas en la cocina, algo que puede serles muy útil en el futuro. Haciéndose cargo de sus labores pueden empezar a comprender la importancia del trabajo colectivo y de la propia responsabilidad a la hora de aportar un granito de arena para que las cosas salgan bien en equipo.

Lo que está claro es que comer chocolate es siempre uno de los mayores placeres que hay para el paladar. Y que nada que una más a una familia que pasar tiempo juntos alrededor de una mesa. Y la crema de cacao y avellanas de Helios hace que podamos disfrutar de ambas cosas. Así que, ¡manos a la obra y al chocolate!

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