El cultivo del tomate no tiene secretos para nuestros agricultores

En Helios, el cultivo adecuado del mejor tomate forma parte de nuestro ADN. Como bien sabes, este fruto es uno de los indispensables en nuestro catálogo. Una de las materias primas que no pueden faltar en tu casa y que te ofrecemos en muy diversas presentaciones y formatos.

Ya sea a través de la gama de tomate frito, de salsas, de tomate para untar, ketchup, mermelada natural o en las recetas tradicionales de Don Gaspar, es fundamental en una buena dieta mediterránea. Las posibilidades que te ofrecemos son innumerables, ya que comprenden además alimentos elaborados como el pisto, la salsas boloñesa o napolitana para pastas o una salsa de tomate con ternera.

Y es que el tomate, la manzana de oro como la bautizaron hace siglos, está en las mejores mesas. Para ello necesita de la unión entre el talento, la profesionalidad y el cuidado con que nuestros trabajadores tratan este tesoro. La planta tomatera da este fruto comestible que además comprende en su interior las semillas de esta. Pero, ¿cuáles son los secretos para el buen cultivo de los tomates?

Los secretos del cultivo del tomate

Para empezar, tenemos que decir que el tomate se adapta bien a casi cualquier tipo de clima, excepto a los muy fríos. Es uno de los cultivos que menos soportan las bajas temperaturas. Nuestros tomates proceden de las tierras de climas benignos y soleadas de Extremadura y Andalucía. Necesita suelos profundos, bien drenados para evitar que se encharque la tierra y eche a perder las raíces de la planta. En la estación del verano, eso sí, requiere de riego constante. Es a partir de esos meses estivales, y hasta octubre, cuando el tomate está en su mejor momento. También es importante el llamado tutorado o sujección en vertical de los tallos para evitar que los frutos se estropeen a ras de suelo.

Tú le llamas sabor y nosotros le llamamos origen

Los de Helios son tomates cuidados con esta dedicación, como por ejemplo los que Agustín recolecta en los campos de Cáceres. En su sabor está también contenido no solo ese cariño, sino un medio ambiente ideal, con el rumor del agua del río Guadiana y el tacto de unas manos que cuidan del alimento cada día. Tú le llamas sabor y nosotros le llamamos origen. Ese principio está íntimamente conectado con nuestra apuesta por el cultivo local. Así, con ese compromiso, no solo nos aseguramos de que nuestros productos mantienen toda su calidad: también cuidamos un planeta que es único.

Es todo ese toque natural el que contribuye a poner la guinda a tu cocina casera. El que le da el último empujón de personalidad a tus guisos, acompañamientos, ensaladas, platos de pasta, pescado o carne. Hasta en el desayuno untado con aceite de oliva virgen 100% extra. El tomate es omnipresente en nuestras vidas y estamos orgullosos de que sea gracias a tu confianza en nosotros. Al fin y al cabo, se trata de una confianza transmitida de generación en generación que nos sirve para sostener siempre la máxima calidad.

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