Tortilla de patatas con cebolla o sin cebolla: ¿tú de cuál eres?

Es una de las grandes preguntas que nos formulamos con frecuencia: la tortilla de patatas, ¿con o sin cebolla? Es un interrogante que cada cierto tiempo solemos plantearnos en parte por razones como que este plato tan tradicional está presente en nuestras vidas desde pequeños. Y también por un hecho casi incontestable, que no apenas conocemos a nadie a quien no le guste una buena tortilla de patatas.

La humanidad se plantea a menudo dudas que son ya clásicas. Batman o Superman. Perros o gatos. Playa o montaña. Beatles o Rolling Stones. El mundo de la comida no iba a ser menos y también tiene las suyas. Una, la conoces bien porque ya te contamos su historia, es si la pizza, en concreto la hawaiana, debe o no llevar piña. Pero posiblemente la pregunta que más ponemos sobre la mesa en familia o con amigos y conocidos es si la tortilla de patatas sabe mejor en función de si cuenta entre sus ingredientes con cebolla o no.

La tortilla a veces no es solo huevo, patatas, aceite y sal. Con la cebolla viene el debate. Sus detractores argumentan, considerándose puristas, que precisamente son solo esos los ingredientes de este plato. Y que en todo caso, de llevarla, esta tendría que llamarse “tortilla de patatas y cebolla”. El matiz es importante.

¿Y qué razones esgrimen los partidarios de la cebolla?

Pues, básicamente, que esta le otorga una textura y sabor extra a la base, digamos, más original. La defensa preferida de los “concebollistas” es que con ella la tortilla de patata está más sabrosa. También permiten, de un tiempo a esta parte, la inclusión de cebolla caramelizada.

Con o sin cebolla, hay una tortilla de patatas para todos

En lo que ambos bandos coinciden es que, aunque reconozcamos como merece la sabiduría de los enormes hosteleros de este país, sabe mejor siempre en casa. ¿Y cómo hacer una deliciosa tortilla de patata en casa? Con los preparados Torti-ya de Helios, más fácil imposible. Todo lo que necesitas es hacerte con uno de ellos, verter su contenido -patata, aceite y sal- en una sartén y terminar de freírlo durante cinco minutos con fuego moderado. Incorporamos después cuatro huevos previamente batidos en otra sartén con poco aceite.

Ahorras todo el tiempo que lleva pelar, cortar y freír las patatas. Así, en aproximadamente un cuarto de hora tendréis en casa una tortilla de patata para chuparos los dedos. Ah, y claro, hay un preparado Torti-ya para todos: los concebollistas y los sincebollistas.

La tortilla, hay estudios que así lo atestiguan, es el plato típico favorito de los españoles, por encima de guisos, arroces o incluso jamones y quesos. Como vemos, puede ser en sus distintas variantes a la hora de la inclusión de cebolla o no en su receta. Pero esta es no es la única distinción entre tortillas.

La gran mayoría de ellas varían en tamaño, grosor y en el grado de lo cuajado o líquido que se encuentre su interior. En eso también hay escuelas, que a menudo distinguimos a lo largo de las distintas latitudes de la geografía española. Y tampoco conviene olvidar que la tortilla de patata puede llevar, o no, relleno como verduras y chorizo y salsas como la brava. Pero ese es otro debate…

Deja una respuesta

captcha

Publicar el comentario